miércoles, 15 de junio de 2011

Demasiado daño.

Que si. Que vale, ya lo he pillado. Ahora tú eres el bueno y yo soy la mala porque te he dejado de hablar y te he mandado a la mierda, ¿no? Ya claro. Me mientes. Me engañas. Me dices que me quieres y ala mínima me dejas, y te comportas como un gilipollas como si no te importara. Pero no importa, siempre lo acabo olvidando y te acabo perdonando, pero esta vez no. Supongo que a lo mejor el año que viene te empiezo a gustar, y yo te diré que no, porque ya me he cansado. O a lo mejor no, que sería lo mejor, porque así no me arriesgaría a caer de nuevo. Aunque dudo que te deje de querer, y supongo que nunca se me va pasar la sensación del estómago cuando pasas a mi lado, o cuando te me quedas mirando y luego sonríes sin dar ninguna explicación. Pero ya paso. Ya no quiero sufrir más. Ya me has hecho daño demasiadas veces.

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